Moscas en la Cocina (VI)
- Alvaro Ledesma -
Acompañan las
tortugas a la niña sumergida.
Se retrasan los
relojes cada vez que se emborrachan.
Demasiado tarde
cuando el placer se hace vicio.
Desafortunados los
que no quieran morirse.
Qué mentirosa la
felicidad cuando nos hace creer que volverá.
Se repiten los
números a partir del nueve.
Hay estupideces maravillosas.
Se hunden los
flotadores.
Paso a paso tampoco
se avanza mucho.
Son desoladores los
camiones frigorífico.
Cuatro paraguas
abiertos sirven de casa a un mendigo.
Silban a un perro que
absorto miraba hacia arriba.
No son tan absurdos
los sueños que olvidamos.
Para muchos de los
otros lo normal es surrealista.
Vacas despiezadas
cuelgan ordenadas.
Ríos coagulados
reptan sin destino.
Gimotean aturdidas
ciento cincuenta copias de una llave equivocada.
Se quedaron sin
aliento dos hebillas congeladas.
No responde el eco de
las cuevas inundadas.
Otro día más sin
saber a qué se refiere el sol cuando se esconde.
Piojos delineantes
trazan planos desconcertantes.
Dardos de cristal
aguardan momificados en estuches de terciopelo.
Van de la mano el don
y la condena.
Abrazos de carne con
carne no se dan de cualquier manera.
Giros dentro de giros
tiempo perdido.
Dos gotas de ira
mezcladas en almizcle son excelente perfume para la eterna impotencia.
Existen personajes que
camuflan sus males.
Transforma al hombre
cambiar sus hábitos.
Fotografiar los
sentimientos es captar lo que no vemos.
Atacan las bestias
cuando menos te lo esperas.
Nada un pez entre sus
manos.
Alvaro Ledesma (2014)