Moscas en la Cocina (V)
- Alvaro Ledesma -
Hablan las manos
entre ellas.
A cinco armarios
fusilados les robaron la ropa roída.
No saben disfrutar
las alas del mar.
Se desgasta la piel
del sentido.
Violines disparan
flechas.
Hay razones para
creer que ya no se sostienen.
Un vaquero disfrazado
de indio mató a un indio disfrazado de vaquero.
Talismanes pararrayos
en todas las cabezas.
Gacelas disecadas de
miradas telescópicas.
A oscuras la vida amenaza.
Momentos triviales
también son esenciales.
Amarillo peligroso
para escrotos vulnerables.
Que gocen libres de
temores los que ya temblaron suficiente.
No tiene pareja la
muerte.
La soledad vuelve
loco al más fuerte.
Chimpancés enanos
tocan la flauta felices cuando se suben a los hombros firmes de los osos
andarines.
A los gorriones
alegres se quedan mirando los ojos más tristes.
Telarañas
transparentes son espejos sin reflejo para el fastuoso vuelo torpe de las
moscas en la cocina.
Ascensores entre
rejas por dar conversación a la gente.
Manicomios cama con
almohadas ausentes.
Por las cremalleras
abiertas escapan las codornices.
Da lo mismo cuánto si
la sensación siempre es de nada.
No sacia el universo a quienes crean uno propio.
Al detenerse le llega
el mareo a la noria.
Son nuestros abismos
los que sólo ven defectos.
Fregonas saturadas no
absorben ya más agua.
De tanto pensar
olvidaron las piedras andar.
Para qué ir en línea
recta si curvas y barrigas son más armoniosas.
Con razón clama
piedad el descuido.
Cuánta belleza
invisible.
Alvaro Ledesma (2014)