Moscas en la Cocina (IV)
- Alvaro Ledesma -
No hay formas de equilibrio constante,
No hay formas de equilibrio constante,
salvo imanes frágiles en tarros herméticos.
Paradojas en guerra contra los sentidos confunden a enemigos con extraños.
Vestigios singulares de cuando hilos son pilares.
Vestigios singulares de cuando hilos son pilares.
Se acurrucan mojados los cachorros huérfanos.
Cortinas de baño como testigos de otras realidades.
No se atreven los espejos a decirnos todo lo que saben.
Dudan los mismos que deciden.
Sólo brillan las estrellas que se miran.
Fabulando mundos raros vencen mudos a los zafios.
Se derrumban los hombres más fornidos cuando sienten como niños.
Matrices de espectros cubren las pizarras.
Se olvida el futuro fácilmente.
Trapecios pensantes permanecen inmóviles.
Ruedas que no avanzan giran sobre si mismas.
Sensibles pero cuerdos encuentran solución a sus demonios.
No viven si no ríen los que piensan.
Mosaicos de trozos de mosaicos de trozos de nada.
Perfumerías clandestinas repletas de esencias secretas de tiempo.
Se sentaba con los perros y dejaba de hacerse preguntas.
Las máquinas de besar no escriben poesía.
Bailan borrachas escoria y alegría.
Primero algo. Luego repetirlo. Después algo. Luego repetirlo.
Qué difícil existir cuando estorba lo necesario.
Se han derretido los semáforos.
Aun cuando se han ido no se van en la vida.
Nada en común tienen los más parecidos.
Hay días en los que el sol es tenebroso.
Doscientas treinta veces la misma noche.
Molinos de viento ardiendo en el horizonte.
Se detienen las almas.
¿Qué hay de cierto en ser humano?
Alvaro Ledesma (2014)