Moscas en la Cocina (XIV)
- Alvaro Ledesma -
Actuar sólo pensando incrementa nuestras
dudas.
No son tan distinguidas las manos de hoy
en día.
Con el tiempo se hacen hombres todas las
sardinas.
Los secretos compartidos dejan de ser
únicos.
No saber es torturarse sin que dé placer
alguno.
La vida es tan estricta que ni siquiera
los artistas.
La clave es discurrir sin dejar por ello
de sentir.
Si la tendencia es obsesiva repetirá
siempre mientras viva.
Por más que entierre sus penurias siguen
siendo sus penurias.
No son capaces los deseos de poner medida
a los excesos.
La cuestión es empezar aunque no sepáis
por dónde hacerlo.
Dos minutos de felicidad encuentran un
tercero hambriento.
Que sea el objetivo tener un objetivo.
Si los principios son activos qué más
darán nuestros finales.
Escapando hacia el futuro no se teme a
las verdades.
Los aforismos son muy sabios pero también
circunstanciales.
Juguemos a inventar puertas abiertas
pintadas en los muros.
Saltando juntos al vacío averiguaremos si
nacimos.
Se aburren los extraños cuando logran ser
normales.
Lo que muchos aún no saben es que la
imaginación es doble filo.
Encontró al robot peluche con quien
suplir de nuevo sus carencias.
Amaremos plenamente con las dos mitades
que nos quedan.
Se sonrojan las traviesas al mostrar los
trenes sus vergüenzas.
Dónde está la diferencia entre el mar y
lo desierto.
Mudar la piel continuamente nos hace un
poco más serpientes.
Cambió de sexo por un tiempo para
comprender al otro desde dentro.
Siguen temblando las cerillas en cuanto se
despiertan.
Qué etapa mía es esta en la que siento
como prisma.
Hacia delante caminan de espaldas los
ojos que no tienen brillo.
Acabemos esta farsa que esperando
aguardan otras.
Alvaro Ledesma (2014)