Moscas en la Cocina (XIII)
- Alvaro Ledesma –
Aunque no quiera regresa.
Siguen mirando los niños con ojos saltones.
Si se resigna no pesa y más tarde se derrumba.
De nervios de escenario están hechos los sombreros.
Las vidas patéticas son más fotogénicas.
Se pierde estando solo el que guía en compañía.
Organiza el día a día pero no programes nada.
Hasta el límite se tensa el hilo para emitir bello el
sonido.
Algoritmos defraudados no resuelven los dilemas.
Más allá de dos peldaños es un riesgo innecesario.
Qué pensarán las vacas cuando lean mis poemas.
No existe diferencia entre escapar y no hacer nada.
Volátil es volátil cuando los abrazos son abrazos.
Diez llaves maestras para una cerradura.
Llegan nuevas drogas sin sustancias químicas.
Sexo siniestro entre cuerpos celestes.
Los violines auténticos suenan a hueso.
No es imposible dormir con los ojos abiertos.
Déjame libre el ímpetu o pereceré sepultado en pena.
Dónde están los moradores que habitaban mis cabezas.
No encuentro razones para vivir en las horas muertas.
Algo habrá que hacer en lugar de tanta queja.
Llamemos luz al más oscuro para confundir a nuestra
sombra.
Le explica el sol a una botella qué partes de la vida han
de tomarse a broma.
Es agotador morir y resurgir después de tantas veces.
Complejo mantener la mirada al frente.
Algo les pasa a las farolas que siguen llorando enfermas.
La utilidad del arte es dejar de pensar en aquello que no
importa.
Por sensato fue condenado a trabajos forzados.
Es más que probable que acabe siendo todo la misma
gilipollez de siempre.
Qué puta mierda saber de qué están hechas las mentiras.
Alvaro Ledesma (2014)