Moscas en la Cocina (XV)
- Alvaro Ledesma -
Entre dos fotogramas el tiempo.
Dejemos atrás tanto hedor conceptual y
seremos por fin una mierda de verdad.
Vamos a empezar todo de nuevo como cada
vez que nos queremos.
No se produce el cambio hasta bien pasada
la inercia.
Creer en algo ciegamente no es nada
sensato.
Curiosa la habilidad del arte para
transformar todo en lo que somos.
No son capaces los paraguas de saludar a
los mortales.
Escarabajos raros y marcianos locos
hablan de amor en las piscinas vacías.
Si fuera suficiente con vivir no habría
más preguntas.
Aplaude una madre a una hija con las alas
rotas.
Dicen los fantasmas que detrás de los
espejos sólo quedamos nosotros.
Está cerrada la salida que conduce a
cielo abierto.
No tienen culpa las heridas de que no les
interese ya la vida.
En algún lugar responderán a los estímulos
fundamentales.
Surge a veces la felicidad en las grietas
de los motores.
Espero que vayan callando los pájaros
impostores.
Para qué disimular que llegar no es
relevante.
Que vuelvan los niños a ser como niños.
Recuperemos la ilusión que nos robó el
asfalto.
No se miran las estrellas al besarse.
Nos engañaron las mismas emociones de
siempre.
Es cuando reímos que averiguo en qué
consiste amarte.
No caben dos almas en el mismo cuerpo.
Las bombillas de plástico tienen sólo una
hora de vida.
Lo peor de cada día es despertar
indivisible.
Caigamos en los vicios que son
inevitables.
Sabes amar cuando te cubres de sal.
Poco a poco muy despacio van creciendo
las espinas.
Planean las camisas volver a volar
limpias.
Injusto que anochezca ahora que abro los
ojos.
No tienen dueño las maletas.
Alvaro Ledesma (2014)