Moscas en la Cocina (XVII)
- Alvaro Ledesma -
No es voluntaria la fuerza de voluntad.
Lo importante es que se salven las
hormigas.
Disfrutemos hiperactivos lo que no
podremos moribundos.
Con tantas contradicciones son escasos
los manicomios.
Los que crean tener mala suerte que se
desesperen en otro momento.
No sé qué diablos pasa que nos seguimos
queriendo.
Tienen más valor las luces en la
oscuridad.
No nos escondamos demasiado que luego no
hay manera de encontrarnos.
Es lo que vivimos cómo lo vivimos.
De vez en cuando conviene recordar que
también hay gente maravillosa.
Objetos de personas son personas sin
objetos.
Que el problema sea carecer de tiempo y
no de energía.
La tercera fase es volver a la primera.
Noches azules entre crines de caballos
grises.
Levita la materia si despiertan los
sentidos.
Se va la vida aprendiendo que se va la
vida aprendiendo.
Qué será lo real si la distorsión es de
la ficción.
No hay contemplación que valga para los
granos de arena.
A veces lo que menos nos gusta es lo que
mejor sabemos hacer.
De un tajo la vida belleza muda.
Esferas dentro de esferas dentro de
esferas dentro de esferas.
Sin asustar a los más jóvenes avisemos de
los trompicones.
Tal vez la constancia no será más que
haber sido constante.
Si meditar es no pensar mejor cantemos.
Dos tan sólo dos ocultos los dos solos
ocultos los dos.
Qué bien se está en otro lugar que no
será.
Al final todo consiste en pelar una pipa
después de otra.
Igual de viejos los fantasmas a mi lado.
Diferente es lo mismo en distinto
momento.
La ropa de los fulminados se perfuma con
barniz satinado.
Alvaro Ledesma (2015)