lunes, 1 de diciembre de 2014

Moscas en la Cocina (XVI) - Alvaro Ledesma

Moscas en la Cocina (XVI)
 - Alvaro Ledesma -

Sigo lejos de saber mi nombre.

Todos los aviones en el aire sin querer llegar a su destino.
Perdona si desaparecí pero es que desaparecí.
Para que nada importe nos dejaremos llevar por los sentidos.

Tropieza la necesidad con las piedras de la obligación.
Amaneceres solitarios en compañía de los sapos.
Imagino que camino y concluyo que no camino.
Se rinden las espadas si son cuatro las paredes.

En algún lugar respiran las identidades perdidas.
Ojos sin pestañas no retienen las lágrimas.
Es mentira que la vida sigue cuando a quien quieres muere.
Lo peor de no llegar a loco es saber que no estás loco.

A qué esperan las cortinas para decirnos lo que piensan.
Según pasan los años se vuelven los placeres más extraños.
Viajes a ninguna parte hasta llegar a nosotros mismos.
Seguirá lloviendo hacia arriba mientras estemos cabizbajos.

No os quedéis quietos.
Se despide la ternura para dar paso a lo grotesco.
De qué sirve la destreza cuando las noches son de barro.
Qué poco dura la sonrisa si la tristeza es compulsiva.

Tres enanas hermanas juegan a la comba en una pecera.
No quieren tener emociones las perras malditas.
Son más felices las ruedas que sus ejes.
En el fondo vive el mar atormentado.

Poco evoluciona el que sólo come.
Lo más difícil de llegar a la luna es despedirse luego de ella.
Mueren los magos que no creen en sus trucos.
No se reconocen los espejos delante de nosotros.

Los esfuerzos inútiles también debemos hacerlos.
Ni dando la mano a la muerte son definitivas las conclusiones.
Se hunden los barcos con seres superfluos.


Alvaro Ledesma (2014)