miércoles, 6 de mayo de 2015

Moscas en la Cocina (XVIII) - Alvaro Ledesma

Moscas en la Cocina (XVIII)
- Alvaro Ledesma -


Debe ser que todo son ciclos por aquello de estar dando vueltas.

Destensadas las cuerdas ya no son cuerdas.
Apelmazados los cuerpos no dejan de mirar.

Lo que importa no es aquello que más felices nos hace.
Qué raro todo eso tan normal.

Después está el deseo que muere vivo y traicionado.
Guarda un poco de sangre para luego.

Se le escucha lo que piensa de tan intenso el silencio.
El único modo de sufrir y disfrutar con la misma intensidad es ignorando que todo terminará.

A más vidas más vida.
Ya voy mundo bruto poeta curvo de hojarasca.

Retumba dividida la memoria futura.
Ver de verdad sin ser en realidad.

Pegas y penas y mientras con nadie sentir ya.
Algo saben las medusas que no quieren contar.

Tal vez sea mejor no tener ventanas.
A oscuras se pinta el cuadro con más luz.

Cautivo deseo en medio de un sueño.
De las aristas el viento y de las puntas el tiempo.

No es apetito el ansia es laberinto.
Real y de verdad por costumbre naufragar.

Confesó a su dueño un coche que durante el viaje le robó la identidad.
Sálvame sordina una vez más.

Miden los más cautos sus esfuerzos antes de actuar.
Que dejen los abismos de incordiar.

Hay otra voz que no es conciencia.
Quién se indigna si no sueña al pie de un tobogán.

Luces de arena en retinas de muñeca.
Desespera la calma blanca y los nudos son de agua.

Para qué nacer sonido en el interior de una botella.
Nadie responde en alta mar.


Alvaro Ledesma (2015)